sábado, 14 de mayo de 2011

THOR

¡EL OPIO DE LOS PUEBLOS!

Esta película es maravillosa porque:
This movie is wonderful because:

1) Muestra la debacle moral, intelectual y estética de los respetables psicópatas que dirigen la vida económica estadounidense.

THOR y sus amiguitos vuelan por el aire, dan grandes saltos y arrasan con todos: Es obvio que son irreales, inexistentes, que son el producto de una fantasía de poder; por tanto, la descripción perfecta de la conducta de los accionistas de las empresas estadounidenses y transnacionales que reciben los contratos más abultados en Afganistán y algún otro lugar perjudicado por la codicia de esos imperialistas yanquis.

THOR y sus amiguitos son superpoderosos y nosotros, la gente común y corriente, debemos ser protegidos por ellos porque sus otros amiguetes superpoderosos nos agreden: PATERNALISMO EN ESTADO PURO. Este filme sirve para infantilizar a las masas trabajadoras de los Estados Unidos y del mundo entero. De quienes hay que protegerse es de los sonrientes "empresarios" psicópatas estadounidenses, de sus intereses y de sus aliados militares (otros agradables psicópatas).

Sea lo que sea representado tan infantilmente es una subestimación de la gran inteligencia de los lectores de perucine.blogspot.com y, en consecuencia, le corresponde una estética degradada.

2) Al parecer nadie trabaja en el mundo en THOR.

No se ven campos por ninguna parte. Seguramente no hay campesinos, sólo clase gobernante. Y la clase gobernante se dedica a la guerra. Y todos viste como si fuesen a una fiesta o a una batalla en un salón. La lógica del filme es bastante extraña.

3) Intenta reproducir la inocencia intrínseca a los filmes del gran cineasta peruano DON LEÓNIDAS ZEGARRA UCEDA.
Aunque no lo logra, hay que otorgarle por este hecho un espacio entre los MEJORES ESTRENOS 2011 EN EL PERÚ (BEST MOVIES 2011 IN PERU).

THOR aparece mostrando un ojo, solamente un ojo. Esto es parte del condicionamiento para aceptar el satánico NUEVO ORDEN MUNDIAL (NEW WORLD ORDER).

DON LEÓNIDAS ZEGARRA UCEDA, gran cineasta peruano con posiciones políticas de extrema derecha, muestra el afiche de su gran filme reacccionario "MARÍA Y LOS NIÑOS POBRES". Lo muy positivo de este sobresaliente filme pro-católico es que que se pueden realizar películas de presupuestos reducidos y exhibirlas en formato DVD, lo cual permitiría que se toquen temas acordes a los intereses de los trabajadores y que contribuyan al desarrollo de su conciencia política y a su organización.

CHILE, EL GRAN NEGOCIO Y LA CIA. Autor: F. SERGUÉIEV. Moscú, Editorial Progreso, 1980, 277 páginas. Páginas 45-56: "Un análisis de la política económica que Estados Unidos aplicó en relación con Chile - tanto en los años anteriores al triunfo presidencial de las fuerzas de izquierda, así como durante el gobierno de Salvador Allende - demuestra convincentemente que, primordialmente y en todos los casos, Estados Unidos ambicionaba sostener los regímenes proimperialistas que le eran favorables e impedir el fortalecimiento de las fuerzas democráticas y antimperialistas; en segundo lugar, garantizar los intereses de los monopolios, y sólo en último término se planteaba en sus planes consideraciones sobre el desarrollo económico nacional, siempre y cuando éste respondiera a los propios intereses de Estados Unidos. / Paralelamente al incremento del papel que el capital norteamericano desempeñaba en la economía y a la penetración ideológica pronorteamericana dentro del sistema político y social de Chile, marchó la actividad que en forma amplia y profunda realizaron en el país los servicios de inteligencia, encabezados por la CIA, para impedir a cualquier precio el fortalecimiento del movimiento antimperialista./ La CIA intensificó extraordinariamente su actividad en Chile cuando ya finalizaba el Gobierno del Presidente Alessandri (1958-1964), uno de los políticos más conservadores, quien durante su administración perdió el apoyo de las amplias capas de la población por haber aplicado una política de franca defensa de los intereses del gran capital nacional y extranjero; política que produjo un descontento general, que se expresó palpablemente en las elecciones parlamentarias de 1961 y en las elecciones municipales de 1963. Ahora bien, simultáneamente crecía la popularidad del Frente de Acción Popular, bloque de fuerzas de izquierda que logró un importante avance. El Gobierno de Estados Unidos y las corporaciones norteamericanas mucho se inquietaron con un posible triunfo de las fuerzas de izquierda en las elecciones presidenciales de 1964. / La comisión especial del Senado que investigó la actividad secreta de Estados Unidos en Chile en su informe reconoce que entre 1962 y 1964 el Gobierno norteamericano destinó más de 3 millones de dólares para impedir la elección de Salvador Allende, candidato de las fuerzas de izquierda a la Presidencia de la República. En resumidas cuentas, durante este período Estados Unidos invirtió cerca de 4 millones de dólares en actividades secretas que comprendieron desde intentos para crear en los barrios pobres organizaciones antisocialistas y anticomunistas hasta la financiación de los principales partidos políticos burgueses de Chile, tratando así de neutralizar o, en todo caso, rebajar al mínimo la influencia que las fuerzas de izquierda ejercerían en el Gobierno chileno a conformarse después de las elecciones de 1964. / En 1965 el Gobierno de Frei, tomando en cuenta la opinión pública, condenó la intervención armada de Estados Unidos contra la República Dominicana y se pronunció contra la creación de unas "fuerzas interamericanas" gendarmes; entonces Washington resolvió presionar a Chile. En 1964, cuando aún gobernaba el Presidente Johnson, expertos de la CIA y de los servicios de inteligencia de la secretaria de Defensa de Estados Unidos elaboraron el plan "Camelot" que, en la práctica, se tradujo en "investigaciones científicas" en las universidades y en las oficinas estatales de Chile, esto es, en una recolección de datos políticos y económicos que permitieran "valorar permanentemente el potencial interno dde la sociedad chilena", prepararse oportunamente para liquidar cualquier amenaza contra los intereses de los monopolios de Estados Unidos y suprimir toda posibilidad de acción revolucionaria y conmoción social. El Gobierno de EE.UU. necesitaba esos informes para poder intervenir "oportunamente" en los asuntos de Chile y prestar "ayuda fraternal" económica, política y militar a la reacción chilena por si de pronto surgía el peligro de un deslizamiento hacia la izquierda, "por la irresponsabilidad de su propio pueblo", tal como lo definió cínicamente Kissinger, entonces Secretario de Estado de Estados Unidos./ En resumidas cuentas, el Pentágono y la CIA con ayuda del plan "Camelot" se proponían organizar un sistema para vigilar minuciosamente a todas las capas sociales de la sociedad chilena, espiar, con agentes reclutados entre la población local, a las organizaciones religiosas y sindicales, los políticos, los militares, los abogados, los diplomáticos, los maestros y otras personas. Y entre 1965 y 1970 asignaron 5 millones 500 mil dólares para el desarrollo de la etapa inicial del plan. Poco tiempo después se filtró en la prensa chilena que el plan "Camelot" tenía como objetivo adaptar la política expansionistas de Estados Unidos a la nueva situación. Periódicos con los más diversas orientaciones políticas estigmatizaron el proyecto y publicaron que el plan "Camelot" "está dirigido al estudio de la situación política y militar en Chile y a sondear la posibilidad de un golpe antidemocrático". Desatado el escándalo, una serie de partidos políticos y el mismo Gobierno de Frei protestaron públicamente./ "Los hechos posteriores - escribió E. Labarca Goddard, conocido publicista chileno - demostraron que ni el Gobierno norteamericano ni sus dos brazos principales, el Pentágono y la CIA, renunciaron a los canales universitarios y científicos para seguir mirando al interior de Chile por el ojo de la cerradura"./ El proyecto no se pudo realizar completamente, como después lo confesaron representantes del Gobierno norteamericano. Sin embargo, antes de concluir la operación los resultados ya habían confirmado los peores temores que acosaban al Gobierno de Johnson: después de Cuba, Chile puede convertirse en la segunda república socialista del continente. Para Estados Unidos el enemigo político fundamental en Chile era el Frente de Acción Popular - conformado por el Partido Socialista, el Partido Comunista y por otros partidos más pequeños y no marxistas -, que tenía como candidato a la Presidencia a Salvador Allende. Por consiguiente, Estados Unidos decidió apoyar al Partido Demócrata Cristiano y al Frente Democrático, coalición de partidos de derecha, y desplegar una campaña de propaganda anticomunista, etc. / Tal como lo ha demostrado la comisión del Senado, desde 1961 Estados Unidos sentó las bases de su actividad frente a las elecciones de 1964, cuando estableció relaciones operativas con los partidos políticos burgueses más importantes de Chile y creó mecanismos de propaganda y organización que debían contribuir a mantener a la opinión pública bajo su influencia. Entre las muchas actividades secretas realizadas durante las campañas electorales, no menos importantes fueron los programas que desde los años 50 la CIA llevó a cabo entre los campesinos, los habitantes de las poblaciones [poblaciones: nombre que se da a los tugurios en Chile], los miembros de organizaciones obreras, los estudiantes y los medios de información masiva. / Dos años antes de las elecciones Estados Unidos tuvo como problema fundamental determinar el partido y el candidato que debía enfrentar al bloque de las fuerzas de izquierda. La situación se le complicó porque en los círculos dirigentes no había unanimidad al respecto. El 2 de Abril de 1962 la CIA, para complacer a los influyentes grupos monopolistas, presentó al Grupo especial dos documentos: en uno recomendaba apoyar al Partido Demócrata Cristiano, y en el otro al Partido Radical. El Grupo especial tuvo que aprobar las dos recomendaciones. De esta manera la estrategia política de Estados Unidos consistió en apoyar (sin duda, de acuerdo con la seguridad que ofrecían) a esos dos candidatos a la Presidencia de Chile [El Grupo especial es un organismo interdepartamental supersecreto del Consejo de Seguridad Nacional de EE.UU., "encargado de decidir si a la CIA le corresponde iniciar una operación secreta contra el gobierno de uno u otro Estado, y, en caso positivo, el momento en que debe hacerse". En otras palabras, el Grupo especial está mandatado para, en el más alto de los niveles, controlar las acciones de espionaje que EE.UU. lleva a cabo en el exterior "cuando ellas corren un gran riesgo". Este Grupo ha existido desde los años 50, bajo diferentes nombres: al principio fue denominado "Consejo 5412", desde 1954 hasta 1964 se le llamó "Grupo especial"; desde el 24 de junio de 1964 hasta 1969 se le denominó "Comité 303" y actualmente se le conoce con nombre "Comité de los 40". Al "Comité de los 40" pertenecen, por ejemplo, el asesor del Presidente para la seguridad nacional (quien preside el Comité), el director de la CIA, el subsecretario de Estado para Asuntos Políticos, el subsecretario de Defensa, el presidente del Comité de jefes de Estado Mayor. (Cuando se estudió el problema chileno el secretario de Justicia, John Mitchell, formaba parte del Comité). La existencia del "Comité de los 40" sólo era conocida por un número limitado de altos funcionarios, hasta cuando fue de dominio público la aprobación de operaciones secretas para Chile. U.S. News and World Report, 1974, 30.IX, p. 33.]". / El 27 de agosto de 1962 el Grupo especial aprobó entregar 180 mil dólares al Partido Demócrata Cristiano, para el año financiero 1963, utilizando como canal a terceros países. El Gobierno de Estados Unidos quería ver instaurado en Chile un gobierno de centro derecha, conformado por radicales, de deracha, y demócratas cristianos, de centro. Sin embargo los acontecimientos políticos de 1962 y 1963 y, en primer lugar, la formación de una alianza entre las fuerzas de derecha, de la que formaba parte el Partido Radical, impidieron la creación de una coalición de centro-derecha y obligaron a Estados Unidos a financiar el 1963 al Partido Demócrata Cristiano y a la coalición de derecha denominada Frente Democrático. / Las elecciones preliminares al Congreso realizadas en marzo de 1964 en la provincia agraria de Curicó, donde anteriormente la mayoría de la población tenía posiciones conservadoras y donde el Frente Democrático contaba firmemente con los votos, en forma inesperada y esencial influyeron en la correlación nacional de fuerzas. El candidato del bloque de fuerzas de izquierda obtuvo un 10% más de votos que en las elecciones de 1963, mientras el candidato del Frente Democrático, bloque del Gobierno integrado por los partidos de derecha Radical, Liberal y Conservador, disminuyó en un 17 por ciento su número de votos en relación con 1963. El Frente Democrático se desmoronó. Los conservadores y los liberales, asustados con la posible victoria del candidato de las fuerzas de izquierda, se apresuraron a respaldar a Frei, candidato del Partido Demócrata Cristiano, y solamente el Partido Radical continuó respaldando al antiguo candidato del Frente Democrático, Julio Durán. Estados Unidos también dirigió su ayuda hacia el candidato del Partido Demócrata Cristiano, aunque - según la comisión del Senado - "la CIA continuó financiando al candidato del Partido Radical, tratando de crear la impresión de que el Partido Demócrata Cristiano era un partido progresista moderado sometido a los ataques tanto de la derecha como de la izquierda"./ Para dirigir las operaciones relacionadas con las elecciones en Chile y coordinar las acciones con el alto mando de Estados Unidos fue constituida una comisión especial interdepartamental integrada con representantes de la Casa Blanca, del Departamento de Estado y de la CIA: Thomas Mann, adjunto del Secretario de Estado para asuntos interamericanos, Ralph Dungan y McGeorge Bundy, colaboradores de la Casa Blanca, Desmond Fitzgerald, director del departamento de la CIA encargado de los países del Hemisferio Occidental, y el jefe del departamento encargado de los países del Hemisferio Occidental Sección Cuatro, bajo cuya jurisdicción estaba Chile. Una comisión análoga fue creada en la embajada de Estados Unidos en Santiago, de la que formaban parte el embajador, el jefe de la estación de la CIA, el subjefe de la misión militar y los jefes de las secciones económica y política. La CIA elevó bruscamente su número de agentes en Santiago y, además, provenientes de Estados Unidos y de algunos países de América Latina envió alrededor de 100 agentes secretos para participar en las "acciones auxiliares". / El informe de la comisión del Senado pone de manifiesto que "las actividades secretas norteamericanas fue rasgo característico de casi todas las campañas electorales que se celebraron en Chile entre 1963 y 1973. En varias oportunidades esa injerencia de Estados Unidos se llevó a cabo en gran escala"./ Entre las diversas formas de acciones secretas, la que más fuerza tuvo fue la propaganda realizada durante la campaña electoral de 1964, tipo de actividad que, a determinados niveles, también se llevó a cabo en "períodos normales de la historia de Chile". Entre más de 30 programas de acciones secretas que la CIA realizó en Chile entre 1961 y 1974, la quinta parte, aproximadamente, estuvo relacionada con la propaganda, uno de los elementos más importantes de otros programas, especialmente relacionados con las elecciones./ Para aplicar sus programas de propaganda, la CIA ante todo introdujo agentes secretos suyos en los medios de información masiva, a través de los cuales pudo divulgar o encargar los artículos que necesitaba. Esos agentes, en su mayoría representantes de los grandes diarios de Santiago, desempeñaron un papel fundamental en la realización de esos programas y cumplieron su labor escribiendo por encargo artículos en defensa de las posiciones e intereses de Estados Unidos en todo el mundo, deteniendo la publicación de informaciones desfavorables a Estados Unidos y fabricando para la prensa documentos que desacreditaban a los partidos de izquierda. La CIA suministraba permanentemente a sus agentes residentes en Chile instrucciones sobre cómo realizar la propaganda necesaria en cada caso./ La CIA no sólo se apoderaba de los medios de información masiva, "con frecuencia los compraba "al por mayor", otorgando subsidios a los medios que manifestaban amistosa predisposición hacia EE.UU." tal como lo señala el informe de la comisión del Senado. De esta manera la CIA, a la par que organizaba la publicación de materiales aislados respaldó e incluso financió completamente algunos órganos de información masiva que no habrían podido subsistir sin esa ayuda. Entre 1953 y 1970 la CIA subsidió en Chile empresas de servicio telefónico y telegráfico, a colaboradores de publicaciones periódicas para intelectuales y a un semanario con orientación derechista. Según declaraciones suministradas a la comisión del Senado por antiguos funcionarios de la CIA, ésta suspendió la financiación del periódico porque es publicación "adquirió tal carácter de derecha derecha inflexible que ni siquiera la tomaban en cuenta los conservadores moderados"./ Durante la campaña electoral de 1964 la CIA desató una rabiosa campaña anticomunista por la prensa, la radio, el cine, y a través de la distribución de folletos, hojas volantes, la pega de carteles y la fijación de consignas murales; valiéndose del correo envió directamente materiales a domicilio. Según la comisión del Senado "fue una campaña de intimidación", en la que utilizaron ampliamente imágenes de tanques soviéticos y de destacamentos cubanos de combate, dirigida fundamentalmente al sector femenino de la población". Por medio de organismos del Partido Demócrata Cristiano la CIA distribuyó cientos de miles de copias de la pastoral del papa Pío XI de contenido anticomunista y con indicaciones que hacían aparecer las copias como si "hubieran sido impresas clandestinamente por ciudadanos sin militancia en partido político alguno, con el objeto de hacer conocer más ampliamente su contenido". / Fueron utilizadas ampliamente la "desinformación" y la "propaganda negra"; es decir, la publicación de materiales a los que atribuían falso origen (por ejemplo, al Partido Comunista de Chile), para crear en forma artificial diferencias entre socialistas y comunistas y entre la Central Única de Trabajadores y el Partido Comunista./ A mediados de 1964 (las elecciones debían realizarse en septiembre) la propaganda anticomunista llegó a su punto culminante. Ya en la segunda quincena de junio, la CIA estaba financiando diariamente 20 emisiones de propaganda radial en Santiago y 44 estaciones de provincia. En Santiago tres estaciones y en provincia 24 lanzaban al aire cinco veces al día el programa "Las noticias" con duración de 12 minutos y elaborado por colaboradores de la CIA. Además, fueron publicados una gran cantidad de materiales pagados por la CIA y miles de caricaturas. Al finalizar junio, en Santiago y en las provincias el grupo de propaganda de la CIA hacía diariamente 24 transmisiones de "últimas noticias", tenía organizados 26 programas de comentarios y distribuía 3,000 carteles por día"./ Representantes oficiales de la CIA opinan que la campaña anticomunista de intimidación fue el método más efectivo de todos los que Estados Unidos utilizó para respaldar al candidato del Partido Demócrata Cristiano./ La CIA desarrolló una, no menos intensa, campaña propagandística fuera de Chile para "aprovechar" en este país los artículos que a solicitud de la CIA eran elaborados y publicados en el exterior [La prensa local, por ejemplo, informó sobre que una hermana de un líder latinoamericano había entregado un cheque a Frei; sobre que un ex presidente en el exilio en EE.UU. había dado a conocer una carta abierta; sobre "un mensaje de las mujeres de Venezuela", sobre "la terrible preocupación" que a diferentes funcionarios de los gobiernos militares de los países de América Latina les producía una posible victoria de Salvador Allende]./ Como ya se ha dicho antes, parcialmente, otro de los aspectos muy importantes del trabajo de la CIA en Chile durante la campaña electoral de 1964, fue la financiación secreta que recibieron los partidos políticos burgueses, en especial el Partido Demócrata Cristiano, así como grupos de particulares. El servicio de espionaje nortemaricano financió más de la mitad de los gastos de la campaña electoral que el Partido Demócrata Cristiano desarrolló en 1964. Además, agentes de la CIA residentes en Chile ayudaron financieramente a una serie de organizaciones estudiantiles, femeninas, sindicales y campesinas, que se inclinaban hacia el Partido Demócrata Cristiano. Como ya se ha dicho, también el Partido Radical y otros partidos políticos recibieron ayuda financiera para fortalecer sus posiciones en la lucha electoral contra el bloque de izquierda encabezado por Salvador Allende./ Para la entrega de medios económicos a las organizaciones campesinas y para la financiación de la campaña electoral de Frei, la CIA utilizó, en particular, al Fondo Internacional de Fomento Económico./ "La injerencia que el Gobierno norteamericano tuvo en 1964 en los asuntos internos de Chile fue evidente y casi cínica - dice uno de los altos funcionarios de la CIA de ese entonces -. Allá enviamos una gran cantidad de gente, mediante las más diversas formas. En su mayoría eran empleados del Departamento de Estado, pero entre ellos también había funcionarios de la CIA encubiertos" [The Washington Post, 6.IV.1973, p. A12]./ En la campaña electoral de 1964 en Chile el Departamento de Estado de EE.UU. desempeñó un inmenso papel - como lo confesara más tarde la prensa norteamericana -, aunque "aparentemente apareciera respaldando la neutralidad, y de tiempo en tiempo hablara de ella... . Los funcionarios del Departamento de Estado y los consejeros en asuntos económicos esperaban oportunidades favorables para influir en las elecciones en Chile; y apenas se planteaba una ayuda económica para impulsar una editorial de prensa o cualquier organización social, los funcionarios del Departamento de Estado de inmediato se ocupaban del asunto. La Agencia para el Desarrollo Internacional aumentó bruscamente su número de empleados y comenzó a interesarse cada vez más por las organizaciones de campesinos y por los programas de ayuda a los habitantes de las poblaciones ... . Esta política de apoyo a organizaciones de campesinos, de empleados estatales y sindicales reforzaba los propósitos estratégicos" [The Washington Post, II.VI.1974, p. A3]./ El Gobierno norteamericano financió y organizó encuestas sobre cuestiones políticas, analizó la campaña electoral de Frei y garantizó a éste la presentación de su candidatura en condiciones excepcionalmente tranquilas y favorables. Todo bajo el patrocinio de Ralph Dungan, embajador, en ese entonces, de Estados Unidos en Chile - señaló el informe que rindió la subcomisión para asuntos de las corporaciones multinacionales de la comisión para asuntos exteriores del Senado de Estados Unidos [U.S. Congress, Senate, Committees on Foreign Relations, Subcommittee on Multinational Corporations, Multinational Corporations and United States Foreign Policy, part 2, 93rd Cong., March 20, 21, 22, 27, 28, 29, and April 4, 1973. Washington. U.S. Government Printing Office, 1973, p. 704]./ También los monopolios norteamericanos jugaron un papel activo durante la campaña electoral. Un grupo de empresarios norteamericanos en Chile manifestó al Gobierno de Estados Unidos su propósito de entregar 1.500 mil dólares para ayudar a financiar las actividades secretas encaminadas a impedir la elección de Allende, propuesta que rechazó "el Comité 303" (nombre que asumió el Grupo especial, a partir del 24 de junio de 1964), a través del cual se hizo la mencionada propuesta. Sin embargo, la CIA entregó el dinero al Partido Demócrata Cristiano en forma de donaciones particulares a través de empresarios particulares. Las compañías mineras de Estados Unidos indirectamente contribuyeron al fortalecimiento de las posiciones de Frei después de adoptar su programa de "chilenización" de la industria de cobre, que era para ellas la única alternativa realista a la nacionalización. Altos funcionarios de Washington han reconocido extraoficialmente que las compañías norteamericanas , accionistas de las empresas que explotaban las minas de cobre, y la Agencia de Información (USIA) contribuyeron en gran medida a la elección de Frei [David J. Morris, We Must Make Hasta-Slowly, The Process of Revolution in Chile. Random House, New York, 1973, p. 56]./ Los organismos gubernamentales y los servicios secretos de Estados Unidos habían adquirido muchísima experiencia en cuanto a intervenir en los asuntos internos de los Estados latinoamericanos y sabían el papel tan importante que podían jugar las fuerzas armadas de Chile en cualquier situación de crisis política. Por eso se plantearon como una de sus actividades más importantes fortalecer los lazos con los militares chilenos".

5 comentarios:

Anónimo dijo...

http://www.bcn.cl/bibliodigital/pbcn/bibliografias/estudios_pdf_bibliografias/611.pdf

Anónimo dijo...

http://www.avizora.com/atajo/que_es/CIA/0005_cia_instrumento_principal_del_imperialismo_norteamericano.htm

Anónimo dijo...

http://fidelernestovasquez.wordpress.com/2010/04/01/cia-el-instrumento-principal-del-imperialismo-norteamericano-en-los-siglos-xx-y-xxi/

Anónimo dijo...

http://www.purochile.rrojasdatabank.info/Nosotros.pdf

Anónimo dijo...

http://www.rigorousintuition.ca/board2/viewtopic.php?f=33&t=13121