jueves, 10 de mayo de 2012

BATALLA NAVAL (BATTLESHIP)

¡LAS AMENAZAS IMAGINARIAS GENERAN GANANCIAS!
IMAGINARY THREATS GENERATE PROFITS!

Esta película es maravillosa porque:
This movie is wonderful because:

1) Intenta crear un psicosis colectiva respecto de amenazas imaginarias.



2) Ofrece una solución a las amenazas colectivas imaginarias.

3) Contiene un homenaje a los filmes del gran cineasta peruano DON LEÓNIDAS ZEGARRA UCEDA.
La  extraordinaria actriz dramática BROOKLYN DECKER quien actúa en BATALLA NAVAL (BATTLESHIP) [por eso hacemos referencia a ella] envía un saludo especial a DON LEÓNIDAS ZEGARRA UCEDA. Durante la conferencia de prensa en Madrid (Reino de España), al mencionarle el nombre del gran cineasta hispanoamericano comentó ruborizada: "DON LEÓNIDAS ES UN GRAN HOMBRE Y UN GRAN CINEASTA. DE HECHO ME PARECE TAN ATRACTIVO COMO PETER BERG (nota del editor.- Peter Berg es el director de "Batalla Naval") Y ME ENCANTARÍA PERSONIFICAR A UNA MUJER CON INTENSAS INQUIETUDES RELIGIOSAS EN ALGUNA DE SUS PRODUCCIONES PRÓXIMAS". Como pueden notar los lectores de perucine.blogspot.com nuestro corresponsal, quien carece de pasaporte, solamente habla castellano y nunca asistió a la conferencia de prensa en Madrid, cumplió con su misión perfectamente. ¡Otra muestra más de la eficiencia desinformativa de perucine.blogspot.com y de la efectividad propagandística de los partidarios del marxismo - leninismo - pensamiento Paris Hilton!.
LA NOCHE EN BLANCO (Sabado 12 de Mayo de 2012) fue ocasión para realizar un homenaje / procesión en honor del más extraordinario cineasta peruano vivo: DON LEÓNIDAS ZEGARRA UCEDA, quien es adorado por los trabajadores participantes en el filme estadounidense "BATALLA NAVAL" (BATTLESHIP) [recuerde que lo ha leído aquí]. De izquierda a derecha: la actriz estelar boliviana MARIANA LIQUITAYA ZENTENO, el director de la película peruana más importante del siglo XX ("DE NUEVO A LA VIDA") DON LEÓNIDAS ZEGARRA UCEDA, el artista plástico genial FERNANDO "HUANCHACO" GUTIÉRREZ y el director de perucine.blogspot.com JORGE VILLACORTA SANTAMATO quien actualmente cursa estudios de doctorado en el campo de la historia del arte para poder valorar adecuadamente la obra portentosa de DON LEÓNIDAS ZEGARRA UCEDA.

Título: EL ACORAZADO POTEMKIN. Director: SERGUÉI EISENSTEIN. Año: 1925. País: UNIÓN DE REPÚBLICAS SOCIALISTAS SOVIÉTICAS (U.R.S.S.).
Es interesante observar que en el filme soviético los tripulantes del barco cuestionan sus propias relaciones sociales mientras que los soldados estadounidenses en "BATALLA NAVAL" (BATTLESHIP) sufren una alucinación colectiva que establece un nuevo y simpático grado de alienación bajo el noble y respetable capitalismo imperialistín de los Estados Nazis de Norteamerika (parece que el nombre real es Estados Unidos de Norteamérica). Si los soldados estadounidense están alucinando... ¿a qué disparan?. ¡Eso no importa mientras pidan más municiones y más armas!. :-D

Título: LOS ESTADOS UNIDOS: MILITARISMO Y ECONOMÍA. Autor: R. Faramazián. Editorial Progreso, Moscú, 1975, 316 páginas. 

"ÍNDICE

Introducción ... 3
Capítulo I CARACTERÍSTICA GENERAL DEL MILITARISMO NORTEAMERICANO
1. El desarrollo del militarismo ... 9
2. Proporciones de los preparativos militares después de la segunda guerra mundial ... 41
Capítulo II RELACIÓN ENTRE MILITARISMO Y ECONOMÍA
1. El papel de la economía en la guerra ... 56
2. El potencial económico y el potencial económico-militar ... 71
3. El papel de las finanzas en los preparativos y en la realización de las guerras ... 83
Capítulo III PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DE LA FINANCIACIÓN DE LOS PREPARATIVOS ECONÓMICO-MILITARES ESTADOUNIDENSES
1. Construcción de las fuerzas armadas ... 94
2. Sistema actual para determinar las necesidades militares y elaborar el presupuesto militar ... 97
3. El sistema ejecutivo del presupuesto militar y del abastecimiento técnico-material de las fuerzas armadas ... 107
Capítulo IV ESTRUCTURA Y DESCRIPCIÓN GENERAL DE LOS GASTOS MILITARES DIRECTOS
1. Los gastos del Departamento del Defensa ... 119
2. Los gastos de la Comisión de energía atómica (CEA) y los de la conquista del espacio ... 157
3. La "ayuda" militar a los Estados extranjeros ... 160
4. Estructura de los gastos militares directos ... 167
Capítulo V  LA MILITARIZACIÓN DE LA ECONOMÍA ESTADOUNIDENSE
1. El nivel de la militarización económica ... 171
2. Estructura de la producción bélica y nivel de la militarización de varias ramas de la economía ... 180
3. Distribución geográfica de la producción bélica y nivel de la militarización en varias regiones ... 201
Capítulo VI  ORGANIZACIÓN DE LA PRODUCCIÓN BÉLICA ESTADOUNIDENSE
1. El papel del Estado y de las firmas privadas en la producción de guerra ... 209
2. Regulación de las relaciones entre el Estado y los proveedores privados de material de guerra ... 222
3. La concentración y la cooperación en la producción bélica ... 232
4. La lucha de los monopolios por la obtención de los pedidos militares ... 244
Capítulo VII  CONSECUENCIAS SOCIOECONÓMICAS DEL MILITARISMO EN LOS EE.UU.
1. Influencia del militarismo en el desarrollo económico ... 257
2. Influencia del militarismo sobre la situación de los trabajadores ... 291
Conclusión ... 306"
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Páginas 3-8:

"INTRODUCCIÓN.

El militarismo es un sistema inherente al capitalismo, orientado a organizar y a utilizar la fuerza militar para perpetrar la opresión de clase, la conquista de nuevas esferas de dominio económico y político de los explotadores y la consolidación de las existentes. Se expande en los Estados burgueses que, preparándose a guerras de rapiña, llevan a cabo una política de agresión y una carrera armamentista. El militarismo llegó a su apogeo en la época del imperialismo, y, sobre todo, después de la segunda guerra mundial, favorecido en gran medida por la "guerra fría". Los objetivos, carácter, grado y formas de desarrollo del militarismo se determinan por la política imperialista.
Los imperialistas, antes de la división del mundo en dos sistemas sociales opuestos, aprovecharon el militarismo para mantener el dominio dentro de sus propios países, solucionar las contradicciones y restablecer periódicamente el alterado equilibrio de fuerzas entre los Estados capitalistas y sus agrupaciones. En las condiciones actuales, el militarismo crece fundamentalmente bajo la bandera del anticomunismo y el antisovietismo, estando dirigido, en primer lugar, contra el sistema socialista mundial.
Un importante papel en el desarrollo del militarismo contemporáneo lo desempeña el hecho de que el imperialismo conceda a la máquina de guerra una trascendencia primordial frente a otros medios de aplicación de la política neocolonialista, tratando de frenar con las armas el movimiento nacional-liberador de los pueblos y ejerciendo su influencia en el ulterior desenvolvimiento de los Estados recién independizados políticamente. Después de la segunda guerra mundial, los imperialistas, en más de una ocasión, desplegaron acciones militares contra estos países.
Otro factor que condiciona la expansión del militarismo es el empleo de la fuerza militar por los círculos imperialistas para defender sus crecientes inversiones en el extranjero. V. I. Lenin calificaba la exportación de capitales como uno de los rasgos fundamentales del imperialismo. Las inversiones en el extranjero de los Estados burgueses han ido en ascenso, alcanzando proporciones inauditas. En 1970, solamente las inversiones de los Estados Unidos fuera de su territorio sumaron unos ciento cincuenta mil millones de dólares. En los últimos años se ha formado todo un conjunto de empresas transnacionales, cuya importancia en la producción global capitalista crece sin cesar.
Una de las tareas fundamentales asignada por los imperialistas a las fuerzas armadas consiste en mantener y asegurar las inversiones en el extranjero, las cuales garantizan el acceso a las fuentes de materias primas (incluso estratégicas), a la mano de obra barata y a los mercados de venta, lo que proporciona a los monopolios internacionales fabulosos beneficios.
A la carrera armamentista se recurre también en los Estados burgueses como medio de influencia monopólico-estatal en la reproducción capitalista, disminución del desempleo, prevención de las crisis económicas y como una de las fuentes para aumentar las ganancias de los monopolios. Como fruto de los vastos preparativos militares y económicos del imperialismo se ha formado una estrecha alianza de las empresas de la industria de guerra, los círculos bélicos y el aparato burocrático, alianza que se conoce bajo el nombre de complejo industrial-militar y que es una macabra fuerza que ejerce su dañina influencia en la vida política, económica y espiritual de la sociedad burguesa. El papel y los beneficios de este complejo crecen con el aumento de los encargos militares y el grado de militarización de la economía. Es por eso que los complejos industrial-militares, íntimamente entrelazados, actúan en distintos países propagando el militarismo con el afán de provocar una agudización en la situación internacional para acrecentar los presupuestos bélicos.
El militarismo no ha abarcado jamás tantos Estados como en los años de posguerra. Además, no obstante las crecientes contradicciones internas entre los Estados burgueses, se revela la tendencia a la consolidación de los esfuerzos militares de los imperialistas, que tiene por base la comunidad de intereses de clase. Esta tendencia se manifiesta en la creación de bloques militares agresivos y en la conclusión por los países capitalistas de numerosos acuerdos político-militares bilaterales y multilaterales, en los marcos de los cuales se realizan los preparativos militares y económicos conjuntos y, en particular, la organización de la fuerzas armadas unidas, de la infraestructura y de los teatros de guerra, así como el estudio y la producción del material bélico, y otras actividades.
La política de la "guerra fría" y las peculiaridades del desarrollo del militarismo moderno llevaron a la creación, aún en tiempos de paz, de unas desmesuradas fuerzas armadas, cuyos efectivos en los países miembros de la NATO, SEATO y CENTO sumaron casi siete millones de personas en 1970 [The Military Balance 1971, London, 1970, pp. 1-5, 22-23.]. Los gastos para el mantenimiento y abastecimiento técnico-material de estas fuerzas llegaron a cuotas records y continúan creciendo. Sólo en los países de la NATO la suma de los gastos militares directos creció de dieciocho mil setecientos millones de dólares en 1949 (año de fundación de este organismo) a ciento seis mil cuatrocientos millones en 1971.
La mayor parte de los gastos militares y las fuerzas armadas del imperialismo moderno corresponde a los Estados Unidos. La política agresiva que el imperialismo norteamericano ha venido llevando a cabo después de la segunda guerra mundial ha tenido por resultado la creación de una enorme máquina de guerra y la expansión sin precedentes del militarismo, amenazando a la humanidad y a la paz mundial.
Los apologistas del militarismo justifican los gigantescos gastos bélicos del imperialismo, principalmente, con el mito de la "amenaza comunista". Sin embargo, la vida real y la política exterior de paz de la comunidad socialista han probado y prueban la inconsistencia de esta predilecta argumentación de los imperialistas. Sobre todo en nuestros días, cuando la enérgica y concertada política de los países socialistas, la consecuente actividad internacional del CC del PCUS y del Gobierno soviético, orientada a plasmar en la vida el Programa de Paz adoptado en el XXIV Congreso del partido, contribuyen en gran medida a la distensión internacional y muestran claramente al mundo entero que el objetivo fundamental del rumbo político exterior de la comunidad socialista consiste en conjurar una nueva guerra mundial, garantizar una paz duradera y la seguridad de los pueblos.
Los conocidos tratados y acuerdos soviético-norteamericanos, concluidos durante los tres encuentros en la cumbre (en mayo de 1972, junio de 1973 y junio-julio de 1974), han normalizado notablemente las relaciones entre los dos grandes países, relajado la tensión internacional, frenado la carrera armamentista, disminuyendo la amenaza de una devastadora guerra nuclear y creando posibilidades más favorables para nuevas negociaciones sobre la limitación y cese de la carrera de armamentos.
Los pueblos y la opinión pública del planeta, que quieren la paz, aplauden calurosamente el saneamiento del clima internacional. Los intereses vitales de la humanidad exigen que los cambios positivos en el mundo se ahonden y expandan, llegando a ser irreversibles. Sin embargo, las fuerzas militares y los gastos bélicos del imperialismo se mantienen a un alto nivel, continuando la producción a ritmo elevado de nuevas armas, más caras y de mayor poder destructivo; se subraya la necesidad de acrecentar el poderío militar y de recurrir a él, como antes, en la política exterior del imperialismo. Además, las fuerzas reaccionarias del imperialismo - los círculos militares y revanchistas, complejos industrial-militares y cabecillas de la NATO - han intensificado en los últimos tiempos su actividad dirigida contra la distensión, intentando sembrar la desconfianza en las relaciones mutuas entre los Estados para volver a los tiempos de la "guerra fría", proponiéndose reforzar la carrera armamentista, ampliar los arsenales de guerra y continuar la política "desde posiciones de fuerza". Todo lo expuesto anteriormente conduce a la idea de que si la distensión política en curso no se complementa con la distensión militar, persistirá, probablemente, en el futuro próximo la tendencia a aumentar los preparativos bélicos con peligrosas consecuencias.
En este libro se pretende mostrar las causas de la extraordinaria expansión del militarismo en los Estados Unidos, analizar las proporciones y la estructura de sus gastos bélicos, el grado de militarización de la economía en su conjunto y por sectores; estudiar el sistema de organización de la industria bélica, la lucha de los monopolios por conseguir contratos de guerra que garanticen altos beneficios y los métodos de distribución de los encargos castrenses entre las empresas. El libro dedica también un lugar importante a la influencia que los gastos bélicos ejercen en el proceso de la reproducción capitalista, a la investigación de las nefastas consecuencias socioeconómicas del militarismo y la carrera armamentista. El autor considera su objetivo fundamental contribuir a una mejor comprensión de la carga que representa la continua carrera de armamentos, del gran peligro del militarismo contemporáneo para la humanidad, así como del imperativo de aunar los esfuerzos de todos los Estados interesados y de los destacamentos progresistas para completar la distensión política que se opera en el mundo con una igual distensión militar, reforzando la lucha por el cese de la carrera armamentista, por la reducción de las fuerzas armadas y de los armamentos, por garantizar la paz universal y la seguridad internacional.

***

La primera edición de este libro, en ruso, apareció en 1970. Desde aquel entonces la situación internacional y los preparativos económico-militares norteamericanos han registrado ciertas modificaciones que, en lo posible, han sido consideradas durante la preparación de la edición en idiomas extranjeros.
El autor expresa un profundo reconocimiento a I. Antónova por su valiosa ayuda en la preparación de este libro".

Title: READINGS IN AMERICAN FOREIGN POLICY. A BUREAUCRATIC PERSPECTIVE [LECTURAS SOBRE LA POLÍTICA EXTERIOR ESTADOUNIDENSE. UNA PERSPECTIVA BUROCRÁTICA]. Edited by: MORTON H. HALPERIN (The Brookins Institution), ARNOLD KANTER (The University of Michigan). Copyright: 1973, LITTLE, BROWN AND COMPANY (INC), Boston. Third Printing. 434 pages.

Pages vi, vii:

"(...)
Part Three
Decisions

(...)

PATRICK J. McGARVEY
DIA: Intelligence to Please  318 
(Agencia de Espionaje para la Defensa: Información para Complacer).

MORRIS J. BLACHMAN
The Stupidity of Intelligence 328
(La Tontería del Espionaje)

(...)"

Pages 318-319:

PATRICK J. McGARVEY
DIA: Intelligence to Please

The senior players in the national security bureaucreacy are dependent upon their subordinates for the information and analysis upon which their decisions are based. However, the bureaucratic organizations which supply the information and analysis frecuently have interests and objectives which diverge from the needs of their superiors and which influence the form and content of the data they communicate. The impact of organizational interests and objectives on the responsiveness of subordinates to their superiors is illustrated by the operations and practices of the Defense Intelligence Agency (DIA) in the Pentagon.
The intelligence reports of the individual military services tend to supply information and analysis which support and justify their respective positions on the issue under consideration. DIA was established in large measure to counter this tendency and to minimize the influence of the services organizational interests on military intelligence. As Patrick McGarvey demonstrates, the efforts have been substantially unsuccessful, and the output from DIA is more inclined to serve the interests of the military services than the needs of good decisionmaking by their civilian superiors. The Secretary of Defense remains dependent upon DIA for intelligence, while the incentives for those who serve in DIA remain those of advancing their careers by supporting the positions and advancing the objectives of their military superiors.
At the least, recognizing that the information supplied is unreliable, the Secretary may rely on alternative sources (where available) or proceed on the basis of deficient data. At the worst, the Secretary will fail to recognize the particular distorsions in the intelligence reports he receives. To this extent, he will make decisions based on information designed less to reflect reality than to enhance careers and protect organizations.
(...)"

Pages 328-329:

"MORRIS J. BLACHMAN
The Stupidity of Intelligence

The following description of the sources of distorsion in the Air Force´s reports on the results of bombing targets in North Vietnam is suggestive of the manner in which organizational and personal interests come to dominate less partisan objectives.
The Air Force believes its organizational "essence" to be the capability to deliver bombs on target and to engage other aircraft in combat. In the Vietnam War, opportunities were restricted primarily to the first mission. Therefore its organizational success became operationally defined in terms of apparent progress of the Air Force´s bombing campaigns in Indochina. With competition from the Army and Navy, its future prospects, as well as its claims to resources, roles and missions, and organizational autonomy after the war depended upon making a good impression with the civilian decisionmakers during the conflict. Accordingly, when conflicting information on bomb damage emerged, there were strong organizational incentives to rely on the source which reported the most damage - the pilots´ estimates rather than the source presumed to be more accurate - photo reconnaissance. The personal interests of career officers became coincident with the organizational well-being of the service. If the Air Force did not look good in Vietnam, their careers would be stunted by their service´s stagnation afterward. Even if some officers did not accept that reasoning, their careers were in the hands of superiors who did. When an order came down to investigate opportunities to expand bombing operations, an officer concerned about his future career would oblige with a long list of new targets.
Thus, the organizational interests of the Air Force and the personal interests of career officers tended to generate intelligence reports which exaggerated the effects of the bombing. Then the "success" achieved on paper through such reports was cited to press oan expansion of the Air Force mission. The senior players who depended on this information for their decisions regarding war strategy may have unwittingly based their choices on interpretation of reality disguised as factual reports."                                                                                                                                                                  
(...)"