ARTÍCULO AQUÍ:
Comentario:
Apreciado
Señor León:
Le
quedo sobremanera agradecido por exponer de un modo tan claro y
perspicaz una circunstancia sobre la que usted brinda directrices
precisas respecto de la ética de la crítica cinematográfica.
Habiendo
estudiado en una universidad nacional en la que ha existido una
cierta tradición teórica marxista, recurro a su experiencia en la
labor académica y en la práctica de la crítica cinematográfica
para que me ilumine con su juicio experimentado. Aclaro que me siento
sumamente complacido de haber entrado en contacto con la literatura
marxista durante mi estudios de Comunicación Social en la
Universidad Nacional Mayor de San Marcos, especialmente por lo
imprescindible que resulta la teoría materialista marxista para
orientarse ante los fenómenos de la realidad contemporánea y para
poder ser competitivo en la docencia universitaria de centros de
estudios particulares y nacionales.
Mi
consulta surge del siguiente aspecto: si la aprobación de una obra
de arte (como es cada una de las películas del paradigmático
cineasta peruano Francisco Lombardi, compatriota del cual todos los
peruanos nos sentimos muy orgullosos por sus ejemplares logros en el
campo del arte cinematográfico) depende de la ideología artística
que se posea y esta ideología artística está vinculada a los
intereses de clase y los intereses de las capas dentro de esas clases
... ¿no tendría que ser bastante razonable que clases o capas
sociales diferentes evalúen de modo distinto la obra cinematográfica
de Francisco Lombardi? Aceptando que coincidan las evaluaciones de
distintas clases o capas esto seria consecuencia de intereses
similares pero no tendría que ser así por necesidad.
Lo
comento porque, desde una perspectiva marxista, la cuestión no se
limita a ser o no "amigo" del cineasta, sino a conocer de
qué clase o capa procede la crítica para entender por qué aprueba
o desaprueba la obra. Conociendo la procedencia de clase o capa, se
podrá identificar la ideología artística de esa capa o clase, que
está vinculada a intereses económicos y políticos específicos. La
consecuencia de esto es que una obra de arte tenga distintas
interpretaciones al momento de entrar en contacto por primera vez con
su publico y que dichas interpretaciones varíen en el tiempo. Las
distintas clases y capas concederán más o menos importancia a
ciertas obras según cambie el entorno político y social. Algunas
obras pasarán a tener más importancia dependiendo del momento
histórico y dentro de él, el tipo de importancia, las
justificaciones, dependerán de los intereses de las clases y capas
en esas clases que apoyan tales obras.
En
este sentido, y le pido encarecidamente me disculpe si estoy
sustrayéndole su valioso tiempo al plantear la situación en estos
términos, sería razonable que surjan interpretaciones de la obra de
Francisco Lombardi que valoren poco positivamente tal obra como
consecuencia de la ideología artística que manejan los miembros de
clases o capas de clases específicas. Por ejemplo, si soy un militar
peruano de alto rango que ve por primera vez la magistral "La
boca del lobo" (1988) en el año 1988, bien puedo pensar por mi
formación castrense, por el régimen económico y político al cual
estoy sometido, que la película es propaganda senderista de modo
evidente. Y en este sentido, mis argumentos de valoración de la obra
esgrimirán razones que justifiquen el punto de vista que ya tengo
como consecuencia de mi ser social. Y cuando investigue los
antecedentes del cineasta y sus vínculos sociales tendré que
identificar a aquellos críticos que apoyan el filme, que se declaran
partidarios de ciertas posiciones políticas y que comparten un
pasado común con el cineasta en alguna revista o institución
dedicada al cine. Este proceso de valoración sería el lógico desde
una perspectiva marxista.
Por
esto, me parece que sería mas entretenido, especialmente ahora que
no hay nada particularmente ameno en la televisión peruana aparte de
las telenovelas, elaborar un pormenorizado análisis teórico
marxista que explique qué ideologías artísticas se encuentran tras
la poca valoración que se concede a la deslumbrante obra de
Francisco Lombardi por parte de ciertos miembros específicos de
determinadas clases sociales y capas en esas clases.
¿Sería
posible que usted aclarara a qué clase social y capa dentro de esa
clase pertenece usted y con qué ideología artística se identifica
al valorar positivamente las obras cinematográficas de Francisco
Lombardi? ¿Podría indicar a qué clase social y capa dentro de esa
clase pertenecían los miembros de "Hablemos de cine" y qué
intereses económicos y políticos tenía esa clase y capa? ¿Sería
usted tan gentil de especificar qué ideologías artísticas valoran
poco las películas de Francisco Lombardi y por qué esas ideologías
artísticas tiene tal obra en poca estima?
Estas
preguntas elementales son las que me impulsan a superar mi timidez
natural y dirigirme a un académico destacado de talla mundial como
es usted. Me excuso nuevamente si estoy distrayéndolo de actividades
que considera mucho más importantes.
Me
despido quedándole muy agradecido por su atención a la presente.
Un
lector deslumbrado de su producción intelectual
Jorge
Luis Villacorta Santamato
P.D.:
Alguna vez leí sin prestar mayor atención el texto de Nicos
Hadjinicolau titulado "La producción artística frente a sus
significados" y creo que es de allí de donde me han quedado
algunas ideas marxistas sobre el arte. Lo menciono porque recuerdo
vagamente que allí se trata un tema como el que motivó la
publicación del texto "La crítica de cine y los amigos
directores, por Isaac León Frías", aunque bien puedo estar
equivocado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario