viernes, 30 de noviembre de 2018

LA CHUCHA PERDIDA DE LOS INCAS (2018)

UN LARGOMETRAJE DIRIGIDO POR FERNANDO ALONSO GUTIÉRREZ CASSINELLI, MÁS CONOCIDO COMO 'HUANCHACO'.


El mundo capitalista contemporáneo organiza la vida de los hombres urbanos y rurales según las posiciones que ocupen en el sistema internacional de división del trabajo. Dependiendo de las costumbres locales y el modo como las regiones del globo fueron asimiladas a la globalización capitalista, los ideales nativos se ven moldeados por los ideales del capital.  Los intereses generales de los individuos son dirigidos según el capital ha organizado la sociedad. Las diferencias entre las metrópolis y las periferias son como las diferencias entre el modelo original y su caricatura, como el reflejo que proporciona un espejo deforme. La forma de vida en la periferia, como parodia, sirve para comprender la vida en la metrópolis, como drama. La chucha perdida de los incas, dirigida por Fernando Gutiérrez, “Huanchaco”, es un largometraje de alrededor de 90 minutos de duración que expresa un conjunto de inquietudes contemporáneas desde la versión subdesarrollada de los dramas que se viven bajo el capital. De este modo nos dice no solamente algo sobre las periferias, sino también sobre las metrópolis. La película se divide en dos segmentos básicamente. La primera parte es una búsqueda del lugar que se ocupa frente a la autoridad primera, el padre, que bajo el sistema capitalista elemental es el transmisor de la autoridad de la propiedad privada de medios de producción, de las ideas de la profesión, del conocimiento especializado, del cosmopolitismo y de la voluntad y el gusto individual frente a los demás, si se es pequeñoburgués. Este primer segmento se materializa a través de la figura del superhombre pequeñoburgués, encarnado por Mario Poggi quien es un profesional multilingüe que habla además del idioma castellano el portugués, el francés, el alemán, el italiano y el inglés. Fue entrenado profesionalmente en universidades europeas en las especialidades de diplomacia y criminología. Actuando según los valores supremos de individualidad que promueve el gran capital se condujo como jurado y verdugo quitando la vida a un presunto asesino. En la cárcel, gracias a su formidable preparación académica llegó a la conclusión siguiente luego de estudiar detenidamente a sus compañeros de reclusión: todos los criminales a los que entrevistó eran hijos de madres solteras, pero no conoció a ninguno que fuese hijo de padre soltero, lo cual implicaba que los reclusos carecían de una figura de autoridad interiorizada. Años después, Mario Poggi, consciente de su superioridad intelectual sustentada por su preparación en centros de estudios europeos, declara la independencia de su Patria del Arte en su domicilio, asumiendo el cargo de Presidente de la Patria del Arte. El acercamiento documental a Mario Poggi se realiza a través de la inquietud de “Huanchaco”, quien se coloca bajo su bajo tratamiento psicológico pues desea comprender su relación con su propio padre y con sus propios afanes creativos. El señor Poggi comparte con “Huanchaco”, aplicándoselas, las técnicas que ha desarrollado para equilibrar la mente. Asimismo, permite que una de sus hijas deleite a sus invitados documentalistas con una nueva pieza musical, improvisada al violín exclusivamente para ellos. Durante las sesiones de intercambio de ideas y de tratamiento, Mario Poggi comparte una de sus deducciones teóricas más agudas: si existen piedras con forma de falo en Puno (en el sur andino peruano), sobre las cuales se sentaban ritualmente las mujeres que deseaban quedar preñadas durante el coito, entonces es razonable que exista una versión masculina, la cual él ubica en una región de la selva a la cual fue a descansar luego de salir de la cárcel oficial capitalista, la cárcel que tiene muros y barras evidentes. Porque la cárcel ideológica capitalista Mario Poggi la va superando y demoliendo poco a poco, con sus actos de superhombre pequeñoburgués que se individualiza más y más y cuyo pensamiento se transformará en realidad cuando “Huanchaco” emprenda la búsqueda de la hipotética “chucha perdida de los incas” en la selva peruana… ¡y la descubra! “Huanchaco” verifica a Mario Poggi, vía telefónica, que su elucubración era racional y exacta, pero cuando el explorador de los objetos de la imaginación ajena retorna a la capital peruana, solamente puede encontrarse con la tumba del superhombre. Luego de la muerte del superhombre comienza el segundo segmento del filme, que implica una búsqueda vinculada a la supervivencia ante la muerte del superhombre pequeñoburgués. La viuda de Mario Poggi ha soñado con su difundo esposo y “Huanchaco” la entrevista, identificando que en el sueño existían ciertas luces que flotaban y desaparecieron en las oscura noche limeña. Entonces “Huanchaco” emprende un recorrido por una versión latinoamericana de la inquietud espiritual de un sector de la población metropolitana, que está sustentada en ciertas películas espectaculares del cine industrial estadounidense vinculadas al fenómeno OVNI (Objeto Volador No Identificado). Pero mientras en los Estados Unidos de Norteamérica se justifica el fenómeno OVNI como consecuencia del desarrollo tecnológico manifestado en una supuesta llegada a La Luna y pretendidas estaciones espaciales de investigación, todo apoyado por un aparato militar con presupuesto secreto ilimitado y práctica permanente de operaciones psicológicas además de un dominio estricto de los medios de comunicación masivos por parte del gran capital, en el Perú la inquietud OVNI toma un cariz más humilde. Esta humildad es tanto material como ideológica porque exige creer en pruebas de elaboración sencilla, al alcance del bolsillo popular. Las disquisiciones ingenieriles y físicas relativa al fenómeno OVNI son menos necesarias que la capacidad de suspensión del juicio crítico y facilidad para aceptar las aseveraciones del prójimo como verdaderas. La Divina Revelación, Alfa y Omega, es la institución a través de la cual “Huanchaco” intenta seguir el rastro espiritual del superhombre pequeñoburgués Mario Poggi. Con la voluntad del investigador de lo imposible, “Huanchaco” escanea los Divinos Rollos Telepáticos con la anuencia de la jerarquía del institución. Su proyecto es transformar la imagen de los rollos en sonido y lanzar el sonido al espacio para contactar a los seres que se encuentren en la atmósfera o más allá. Posteriormente, durante una incursión nocturna a Chilca, para observar OVNIS junto a los miembros de Alfa y Omega, “Huanchaco” y su equipo lanzan la señal al espacio, inaudible para el oído humano. La respuesta se hace presente bajo el método criptográfico utilizado por los ocupantes de los OVNIS. “Huanchaco”, sustentando su respuesta con un video de YouTube, expone ante los miembros de la Divina Revelación que la respuesta de los enigmáticos seres es “¿Qué hay de nuevo viejo?”. Y esto por cuanto un “humanoide extraterrestre” que fue visto en Chilca cruzando la pista era un globo de la cabeza del Conejo de la Suerte (Bugs Bunny) puesto de cabeza y flotando al ras del suelo. Hacia el final del segundo segmento somos testigos del uso ritual de “La chucha perdida de los incas”. Una momia que parece ser la de Mario Poggi es introducida en una cueva subterránea, colocada en un tubo, y lanzada hacia un portal dimensional, materializándose en otro lugar, en el cual hay un hombre en un trono, el cual parece dormitar. Cuando “Huanchaco” regresa de su reciente incursión selvática en la cual ha sido testigo de un ritual ancestral de trascendencia ignorada, Antonio, líder de Alfa y Omega ha fallecido. Ese mismo día el presidente peruano ha presentado su renuncia. “Huanchaco” y su equipo documental es testigo de la participación de los miembros de Alfa y Omega en una marcha. En la calle, un hombre que protesta saca un silbato de su bolsillo y lo toca para luego desaparecer entre los transeúntes de la ciudad. Concluye el segundo segmento de la película. En este segundo segmento del largometraje “Huanchaco” encarna el programa ideológico seguido por Mario Poggi al reafirmar su propia individualidad frente al colectivo de la Divina Revelación, Alfa y Omega. A la materialidad física de los Divinos Rollos Telepáticos en soporte de papel opone el formato audiovisual electrónico del video digital y reta con su propia interpretación a la comunidad de creyentes y buscadores de la verdad. Adicionalmente, la imaginación de Mario Poggi queda plasmada por obra de “Huanchaco” en un documental que verifica el poder de su pensamiento. En un contexto cultural en el cual Dios es caracterizado como omnipotente, omnisapiente y omnipresente, el superhombre pequeñoburgués Mario Poggi es lo más cercano a Dios, pues su juicio es ley para sí y le permite tomar la vida de quien juzga, aunque evidentemente no es Dios mismo, además de permitirle atribuirse los poderes terrenales de turno sobre su propiedad, declarándose Presidente de su Patria del Arte. Por tanto, mucho más apropiado es verlo como El Hijo de Dios, como El Cristo. Y las denominaciones El Cristo y El Escritor tienen casi las mismas letras, por lo cual se reconoce que Mario Poggi es guionista del largometraje de Fernando Gutiérrez al guiar su imaginación hacia el descubrimiento de “La chucha perdida de los incas”. Como El Cristo / El Escritor, luego Mario Poggi emprende un viaje hacia otra dimensión o diversión, por medio de la chucha o vagina perdida. Es evidente que “vagina” y “página” se escriben casi del mismo modo, pero con la “b” convertida en “p” debido al reflejo deforme que es la periferia respecto de la metrópolis. Así, Poggi, al atravesar la “página”/”vagina” con sus ideas como debe  hacer El Escritor/ El Cristo, para confeccionar su guion, insemina la mente del espectador, quien es Dios. Por esto, durante el ritual se observa que los cargadores de la momia de Poggi llevan cascos similares al glande. Glande y grande se escribe de modo similar, con la L de cabeza como corresponde a la periferia. Así, el El Gran Escritor atraviesa La Página e ilumina al espectador-televidente con su actuación. O lo que es lo mismo, El Cristo atraviesa La Vagina e ilumina a Dios, quien presta atención a su propio pensamiento todopoderoso. Esto revela algo aún más importante, un secreto que recorre a nivel visual todo el filme. El tubo en el cual está situada la momia que viaja de una diversión a otra o de una dimensión a otra es similar al falo y al saco de arena que los boxeadores utilizan para su entrenamiento. Por tanto, Dios, como gran productor del universo, entrena su gusto en la contemplación de los guiones del superhombre pequeñoburgués, como si fuese un boxeador que golpea el saco de boxeo. En inglés, El Tubo (Tube), es una forma de llamar a las trompas de Falopio (actualmente llamadas trompas o tubas uterinas) y una denominación británica del sistema subterráneo de Londres.  Y en inglés estadounidense Tube hace referencia a la televisión. Las trompas de Falopio conectan los ovarios y el útero, éste también denominado matriz. Por tanto, el cilindro a través del cual viaja la momia de Mario Poggi está ligado a esos mundos de realidad virtual que suelen representarse en las películas estadounidenses, entre ellos el de Matrix (1999) Como El Tubo también es la televisión, puede afirmarse que existe una televisión de realidad virtual que explora el subsuelo (sistema subterráneo) mental del espectador, su supuesto inconsciente en el cual todo está de cabeza. Este viaje a través del espejo es lo que nos revela La chucha perdida de los incas. El mundo en que nos encontramos es un mundo de realidad virtual construido a partir de las emociones expresadas o no y de los pensamientos de un observador al cual conocemos como Dios. Por esto, al final del filme un hombre sopla un silbato. En inglés, el soplador de silbato, “whistleblower”, es un delator, quien denuncia un delito que está siendo silenciado. Y eso es lo que hace este filme de “Huanchaco”, pone al descubierto la naturaleza digital del mundo en el cual nos encontramos, hecho fundamental de nuestra existencia que ignoramos. Como “delator”, que no es otra cosa que un “relator” por el principio de carácter deforme de la periferia, “Huanchaco” construye su película relatando y delatando que la metrópolis está tan de cabeza como su periferia. Para quienes quieren profundizar en las claves visuales del filme, se les recomienda observar quiénes cubren sus cabezas con sombreros o gorros, quiénes utilizan lentes o bigotes, quiénes se tocan la nariz, los pómulos o el mentón cuando hablan. Los OVNIS tienen forma de sombrero, y al inicio del filme se observa uno bajo la lluvia. El OVNI está bajo la “lluvia” o “yo vía” o “yo veía”. Lo que “yo veía” es lo piensa quien está conectado al sistema nanotecnológico de realidad virtual que genera la película que conocemos como “realidad”. En inglés, ONI son las iniciales de Office of Navy Intelligence u Oficina de Espionaje Naval, con lo cual la referencia al agua (lluvia) y al O(V)NI nos aclara que quien puede estar monitoreando esta Matrix es la Oficina de Espionaje Naval estadounidense, dado que ONI “ve” (V) lo que sucede, pues además, OVNI de atrás para adelante es IN (dentro) VO (veo). Las claves están allí para quien quiera soltar las riendas de su imaginación. No puede ser para menos, pues “UNO” en inglés se pronuncia “Huan”(ONE), “cha” es “ya” pronunciado por un argentino y “co” es “KNOCKOUT” (KO) o noqueo. “Huanchaco” es “UNO YA NOQUEO”, o “pongo inconsciente a uno”, el cual es un buen nombre para un narrador / nadador que ahoga a sus espectadores con la marea de sus inquietudes aquí en la periferia, en la metrópolis y al otro lado de esta diversión / dimensión.

Jorge Luis Villacorta Santamato
Curador de la Casa Museo Leonidas Zegarra

PS: “CHA” también puede leerse como C-H-A. La “H” es la “I” volteada. Así que “CHA” es CIA o en inglés Central Intelligence Agency o Agencia Central de Espionaje estadounidense. “Huanchaco” sería 1-CIA-KO. ¿No es acaso “O” un ojo y “K” el símbolo invertido del “play” o “reproducir” que aparece en el control remoto? “Huanchaco” se traduciría como que “uno de la CIA reproduce video para su propio ojo”. Recuérdese la frase “solo para sus ojos” (“for your eyes only”) que es también el título de las películas de James Bond, quien es el agente 007 (dos ojos y una nariz o símbolo de “reproducir” (“play”).
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